Calidad de vida y participación social de los mayores de la AUNEX
- Fecha Inicio: 20/03/2013
- Fecha Fin: 02/11/2015
- Convocatoria: Tesis Doctoral
Nombre del Proyecto
Calidad de vida y participación social de los mayores de las Aulas Universitarias para Mayores de la Universidad Miguel Hernández de Elche
Fechas
20/05/2013 – 02/11/2015
Organización Coordinadora
Universidad Miguel Hernández De Elche (UMH)
Organizaciones Participantes
Universidad Miguel Hernández De Elche (UMH)
Nombre de la Convocatoria
Tesis Doctoral
Objetivos
Evaluar la calidad de vida percibida general de las personas que participan en el pum de la umh. conocer el tipo de participación social que realizan las personas que acuden al PUM de la UMH.
Conocer el perfil de personas que acuden a este PUM en relación a su actividad de voluntariado.
Evaluar si existen diferencias entre la calidad de vida de las personas que viven solas de las que viven acompañadas
Contenido
El trabajo está compuesto por tres bloques, un primer bloque centrado en la fundamentación del debate sobre el envejecimiento en España desde una perspectiva política y psico-social. Intentando aportar una visión amplia sobre el marco teórico del envejecimiento, a través de un resumen del contexto normativo, político y social de este, y su fundamentación en la evolución demográfica de los mayores a nivel tanto nacional como internacional. En este primer bloque se ha intentado resumir y explicar, mediante una revisión histórica, los estudios sobre envejecimiento desde las perspectivas biológicas y psicosociales, el cambio en su estudio hacia una visión positiva de la vejez con el surgimiento del denominado “envejecimiento activo”. En este sentido, se pone de relieve la importancia que guarda con la calidad de vida, teniendo en cuenta que la calidad de vida es un concepto difícil de definir ya que está compuesto por diferentes dimensiones.
Asimismo, esta concepción está íntimamente ligada a la “participación social” como sujetos políticos. Y todo ello, relacionado con los beneficios que se derivan de la participación de los mayores en los Programas Universitarios para Mayores, haciendo especial hincapié en el programa específico de la Universidad Miguel Hernández de Elche, denominado Aulas Universitarias de la Experiencia (AUNEX). El segundo bloque en el que se hace referencia a la parte empírica del estudio, en el cual se explican los objetivos perseguidos con esta investigación, así como la hipótesis de trabajo, las características socio demográficas de la muestra, los instrumentos utilizados, el procedimiento, el análisis estadístico y los resultados. Y un tercer y último bloque en el que se exponen las líneas futuras de investigación, así como las limitaciones y las conclusiones que se derivan de la presente tesis doctoral.
El rápido envejecimiento de la población y el constante aumento de la longevidad humana, representan una de las mayores transformaciones sociales, culturales, económicas y políticas de nuestra época, especialmente en los países desarrollados, y como consecuencia de esto, el envejecimiento de la población se ha convertido en uno de los desafíos más importantes de las sociedades modernas. Durante las últimas décadas del siglo XX ha sido cuando se ha desarrollado el llamado “nuevo paradigma” en el campo de la investigación sobre envejecimiento, surgiendo como un reto de estudio multidisciplinar que analiza el envejecimiento humano desde diferentes áreas tan aparentemente dispares como la política, la económica, la biología, o la psicología, entre otras.
Asimismo, y en un sentido amplio, la gerontología se ha convertido “en la ciencia que estudia la vejez desde una visión positiva y no simplemente como la última etapa de vida del ser humano”. En el presente trabajo se analiza el proceso del envejecimiento desde una perspectiva psicosocial teniendo en cuenta el impacto de las necesidades de la población mayor y por ende, de los recursos necesarios para crear el marco que garantice, más adecuadamente, una buena calidad de vida de vida y su integración activa en un nuevo orden social.
Es evidente que el envejecimiento de la población mundial se ha convertido en un fenómeno global, y por tanto su abordaje y estudio necesitan también de actuaciones y políticas globales que den una respuesta efectiva a este nuevo reto social. Y aunque es cierto que el debate en este sentido ha estado presente en el contexto internacional desde 1948 con diferentes intentos de elaborar políticas de protección de personas mayores, no es hasta 1982 cuando la ONU con la I Asamblea Mundial de Envejecimiento, de la cual emerge el Plan de Acción Internacional, que serviría de guía del pensamiento político y científico de un gran número de países que se marcaron como objetivos el alcanzar el mayor bienestar posible entre la población adulta mayor. Fomentando la investigación científica especialmente en los países desarrollados a través de la creación de Centros de Investigación Gerontológica y haciendo especial énfasis en el fomento de un papel más activo de los mayores en la sociedad y su participación en la toma de decisiones tanto a nivel social como político. Además, el PAI planteaba por primera vez que se abandonasen los viejos estereotipos negativos asociados al envejecimiento. Posteriormente, en 1992 la ONU adopta la “Proclamación sobre el Envejecimiento” en la que los países se comprometían a apoyar las iniciativas nacionales. Veinte años después de la I Asamblea Mundial sobre Envejecimiento, en 2002, se celebró en Madrid la II Asamblea Mundial sobre Envejecimiento que intentó evaluar el trabajo realizado en las dos últimas décadas y actualizar el PAI. Se adoptaron dos documentos clave: una Declaración Política y un Plan de Acción Internacional 2002 (PAI 2002) de Madrid sobre el Envejecimiento.
El PAI 2002 se marcó como objetivo globalizar un envejecimiento seguro y digno y que los mayores pudiesen seguir participando en sus respectivas sociedades como ciudadanos con plenos derechos. En España es en 1988 cuando se desarrolla un “Plan Gerontológico Nacional”, en el cual entre sus cinco áreas de intervención se encuentra la participación y la configuración de una política social integral a favor de las personas mayores atendiendo al artículo 50 de nuestra Constitución así como a las directrices marcadas por las dos Asambleas Mundiales del Envejecimiento. Posteriormente, y con el fin de atender las nuevas demandas y necesidades de los mayores, en 1992 se comenzó una actualización del Plan Gerontológico Nacional, y seguidamente se desarrolló el denominado Plan de acción para las Personas Mayores 2003-2007. Tal y como hemos mencionado con anterioridad, el envejecimiento de la población es un fenómeno global, y las perspectivas al respecto son un continuo crecimiento, a escala mundial la proporción de personas mayores de 60 años aumentó del 9% en 1994 al 12% en 2014 y se espera que alcance el 21% en 2050. La esperanza de vida es uno de los indicadores principales que reflejan las consecuencias del desarrollo del estado de bienestar, que por ejemplo en nuestro país se ha multiplicado por 2.29 en el último siglo. Tal y como podemos observar en la tabla, la esperanza de vida de la población española tanto al nacer como a los 65 años se encuentra, tanto en hombres como en mujeres, entre las más altas de la UE.
Ya que la esperanza de vida de los hombres a los 65 años se sitúa en 84 años y la de las mujeres en 88. Definir el envejecimiento es y ha sido una tarea de gran complejidad para los estudiosos de esta disciplina. Tradicionalmente se ha estudiado a la vejez negativamente, asociada a deterioro y como un paso previo a la muerte. Sin embargo hay una corriente de investigación, prácticamente reciente en la cual se considera a los mayores como fuente de sabiduría y experiencia, y que les presenta como un colectivo que tiene todavía por delante 15, 20 o incluso más años de vida sin enfermedades discapacitantes. Y es a partir de aquí, cuando surge el interés por el estudio del envejecimiento desde una perspectiva positiva, teniendo en cuenta que este colectivo desea seguir siendo parte activa y vital de la sociedad con una participación real y efectiva, en primer lugar porque lo es y en segundo lugar porque puede hacerlo y con el surgimiento del denominado “envejecimiento activo o saludable. Envejecer de forma activa ha emergido como paradigma desde hace varias décadas.
El término «Envejecimiento Activo» fue adoptado en la II Asamblea Mundial sobre Envejecimiento, realizada en Madrid en 2002, para definirlo como: “El proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez”. Este término ha ido evolucionando desde planteamientos conceptuales que pudieran hacer más énfasis en los aspectos físicos o de salud, como el la diferenciación establecida por Rowe y Kahn entre “envejecimiento normal o envejecimiento exitoso o saludable”, entendiendo por este último la baja probabilidad de padecer enfermedades, o el “buen envejecer” de Fries, mediante la prevención y promoción de la salud, o el “Envejecimiento óptimo” de Palmore, según el cual el envejecimiento es un proceso de maximización de la longevidad, salud y satisfacción con la vida, por otros más centrados en los aspectos emocionales, como el “Envejecimiento con éxito” de Huvighurst, o el “Envejecimiento vital” de Erikson, como resultado de la evaluación entre pérdidas y ganancias. O también en las relaciones sociales de las personas, como el “Envejecimiento competente” de Fernández-Ballesteros, para la cual hay que considerar también a la participación del individuo en la sociedad, o el “Envejecimiento productivo” de Butler y Schechtzer.
También desde perspectivas multidimensionales como el “Envejecimiento positivo” de Gergen y Gergen, que incluye condiciones cognitivas, emocionales y sociales. La OMS con su definición de Envejecimiento activo, unificó los diferentes planteamientos, incluyendo además de la salud, el reconocimiento de los derechos humanos de las personas mayores, fundamentándose en los principios de las Naciones Unidas de independencia, participación, dignidad, asistencia y realización de los propios deseos. Mediante sus tres pilares, salud, participación y seguridad, el Plan de Envejecimiento activo de la OMS ofrece una plataforma para el consenso a través de los diferentes sectores de la sociedad y a diferentes niveles. La OMS propone acciones en varios sectores además de los servicios de salud y servicios sociales (como acciones en economía, cultura, trabajo, seguridad social, vivienda, entre otros). Se respalda también la responsabilidad activa de los mayores para ejercer su participación tanto en el proceso político como en todos los aspectos socioculturales y económicos de la vida comunitaria. la II Asamblea Mundial del Envejecimiento en 2002 destacó como uno de sus puntos clave la incorporación, por parte de los países participantes, del compromiso por lograr un envejecimiento activo en el diseño de sus políticas sociales. La meta del envejecimiento activo es lograr una mejor calidad de vida de las personas mayores en relación a su salud. En este sentido, la OMS en 1994 define la “calidad de vida” como la percepción del individuo sobre su posición en la vida dentro del contexto cultural y el sistema de valores en el que vive y con respecto a sus metas, expectativas, normas y preocupaciones. Los estudios sobre Calidad de Vida en este segmento de población, surgen para conocer y dar mejor atención a las necesidades de dichas personas debido a los cambios físicos, psicológicos y sociales asociados al proceso del envejecimiento, y siendo, por tanto, una población particularmente vulnerable que requiere de estrategias de atención que les garanticen una calidad de vida digna. El estudio de las interacciones que tienen las personas mayores ha sido una cuestión importante en la evaluación de su calidad de vida.
Una sociedad que aboga por un envejecimiento activo ha de llevar asociada la implementación de políticas proactivas de salud y de la participación en todos los aspectos de la sociedad, así por tanto, un envejecimiento activo conlleva de forma casi implícita la Participación Social. Y la participación en actividades donde se potencie la autonomía e independencia de los mayores sin duda repercutirá favorablemente en su estado emocional y su calidad de vida, y por favoreciendo que las personas mayores permanezcan activos e independientes más tiempo. Las políticas públicas tienen ante sí un reto de vital importancia, como es responder a la demanda cada vez mayor de participación, autonomía y bienestar por parte de las personas mayores. Son imprescindibles nuevos espacios que tengan en cuenta el principio de igualdad, que consigan incorporar la pluralidad de las personas en todas las etapas de su vida y que a la vez sean capaces de promover su empoderamiento, el derecho de plena ciudadanía activa y asuman y proporcionen sus aportaciones a la sociedad. En España los Programas Universitarios para Mayores surgen en 1978 haciendo posible la “Educación a lo largo de toda la vida”. En la actualidad, prácticamente la totalidad de las universidades en nuestro país, incluyendo tanto las universidades públicas como las privadas, han puesto en marcha programas formativos específicos para este colectivo.
Durante el curso académico 2014/15 hubo más de 43.292 personas matriculadas en estos programas. Por lo que podemos afirmar que su proliferación es ya un fenómeno social importante. Los Programas Universitarios para Mayores cumplen desde su aparición una doble función cultural y socializadora, desde una “perspectiva positiva, activa, participativa y de autorrealización”. Los mayores son un colectivo muy heterogéneo, con deseos de implicarse en actividades que les ayuden a ocupar su tiempo libre de forma creativa con mayor presencia en la sociedad y según afirman Alfageme y Cabedo, “dentro de los factores que afectan a la calidad de vida de las personas mayores, un adecuado enriquecimiento cultural y social constituye un indicador de una óptima calidad de vida asociada al envejecimiento”. Los Programas Universitarios para Mayores, hacen realidad lugares de intercambio y reflexión, así como la posibilidad de aprender cosas nuevas contribuyendo a su crecimiento personal, y es que las personas mayores están completamente capacitadas para enseñar pero también para aprender, por ejemplo avances tecnológicos mejorando su autonomía y aumentando así su autoestima. Por otra parte, los PUMS, contribuyen a evitar la soledad y el aislamiento que ha caracterizado a este colectivo y que tanto perjudica a nuestros mayores. Estos programas les permiten interactuar con otras personas, abandonando así los viejos estereotipos asociados al envejecimiento en un espacio intergeneracional.
Así pues, es importante subrayar que los beneficios para las personas mayores que participan en estos programas son múltiples, incluyen, no solo el desarrollo de estrategias efectivas de afrontamiento, sino también el desarrollo del interés por nuevas actividades, la integración social y el desarrollo de nuevas redes sociales; en otras palabras, el aumento de su calidad de vida y de su bienestar. Llegados a este punto, podemos subrayar que estamos ante un fenómeno sociopolítico nuevo que hace que sean necesarias políticas públicas efectivas que garanticen los derechos de los mayores como ciudadanos y como seres humanos, pero también políticas proactivas de salud, siguiendo las recomendaciones de la OMS, y los principios del envejecimiento activo con el fin de lograr una mayor calidad de vida de nuestros mayores. Y somos conscientes de que los PUMS suponen un espacio donde se fomenta la participación, así como que permanezcan activos con diferentes actividades culturales y por ende mejorando su bienestar y calidad de vida. Sin embargo no hay estudios empíricos en los que se analice la calidad de vida de las personas que acuden a los PUMS, en nuestro país, tras la revisión de la literatura al respecto, cabe destacar que hay 6 tesis doctorales en las que se estudian los PUMS, pero desde aspectos más centrados en la calidad educativa, como la de Fernández del año 2002 en la que se estudia el impacto de su desarrollo o la de González del año 2009 en la que se propone la evaluación como instrumento de mejora de la calidad de los programas; o desde aspectos más centrados en los efectos psicológicos en los alumnos como la tesis de Pérez del año 2009 en la que se estudian las variables psicológicas y de salud. Por este motivo, nos planteamos evaluar la Calidad de Vida y la Participación social con el fin de conocer la percepción de la misma y su nivel de integración en la sociedad.
Así pues, la hipótesis principal que nos planteamos fue la siguiente: “las personas mayores que acuden a un PUM y realizan actividades de participación social, tendrán una mejor Calidad de Vida” A su vez, se plantearon cuestiones tales como: – ¿las personas que viven acompañadas tendrán una mayor participación? – ¿del colectivo de personas mayores que viven solas, aquellas que participan social y activamente tendrán mejor calidad de vida? – ¿Son más participativas las mujeres? – ¿tienen mejor calidad de vida las personas mayores de 65 años que participan socialmente? Para confirmar la hipótesis planteada, el estudio empírico lo hemos realizado con una muestra de los estudiantes de las AUNEX, compuesta por un total de 143 sujetos mayores de 55 años, residentes en la provincia de Alicante, el cual está estructurado en dos cursos académicos y se imparte en los cuatro campus y en cuatro sedes de la UMH.
El tipo de muestreo realizado ha sido de carácter incidental, y los criterios de inclusión fueron: ser mayores de 55 años y no estar institucionalizados. La recogida de información ha sido mediante una encuesta individual y auto-completada. La recogida de datos se realizó entre los meses de octubre a marzo de 2014/15 con el consentimiento informado de los participantes en el estudio. Nuestra muestra está compuesta por un 28.7 % de hombres y un 71.3% de mujeres. Esta distribución de la muestra atendiendo a la variable género es similar a otros Programas Universitarios para Mayores, en los que predomina la asistencia de mujeres. La edad media de la muestra es de 64,32 años. La edad mínima, que además era requisito para estar incluido en la muestra, es de 55 años y el estudiante de mayor edad tenía 84 años. En relación al género, la edad media de los hombres es de 65,61 y la edad media de las mujeres es de 63,79. Por lo que se refiere al estado civil, un 57.3 % están casados, un 21.7 % viudos, un 8.4% solteros y un 12.6 % están separados o divorciados Respecto a la convivencia, un 32.2 % vive sólo frente al 67.8 que vive acompañado. En el cuestionario, hicimos esta pregunta con el fin de saber su tipo de convivencia en relación a la línea de investigación de la soledad. Finalmente, y en relación a los estudios, un 31.5 % tiene estudios primarios, un 33.6 % tiene estudios secundarios y un 35 % tiene estudios superiores.
Aunque una de las justificaciones del surgimiento de los PUMS fue la oferta de un lugar de aprendizaje para que aquellas personas que en su día no pudieron estudiar, la presencia de estudiantes con un nivel de estudios secundarios y superiores es significativa, lo que nos indica que la población de los PUMs tiene unas características concretas. A continuación voy a proceder a explicar los instrumentos utilizados para la evaluación de las diferentes variables. En primer lugar y para conocer el nivel de calidad de vida percibida se ha utilizado el Cuestionario de Calidad de Vida de Ruiz y Baca de 1993, Se trata de un cuestionario conformado por 39 ítems con una escala de respuestas tipo Likert de cinco puntos, que oscilan desde “nada”, que indica que no se presenta la situación y “mucho” confirmando lo contrario. El CCV tiene excelentes propiedades psicométricas, obteniendo un coeficiente de Cronbach de 0.94 y muy sensible a los cambios (Ruiz y Baca, 1993). Es importante destacar que es uno de los pocos instrumentos desarrollados por investigadores españoles con población española. Este cuestionario evalúa “La Calidad de Vida global” distinguiendo entre aquellos sujetos que tienen pareja y los que no, y la puntuación total se obtiene con la suma de las puntuaciones obtenidas del total de cuatro dimensiones siguientes: Satisfacción general, esta dimensión hace referencia a los intereses y metas que las personas se marcan en la vida. Bienestar físico/psíquico, hace referencia a la satisfacción del individuo respecto de su percepción de su estado de salud física y mental. Ausencia de sobrecarga laboral/tiempo libre, esta dimensión la hemos adaptado en función de las características propias de la muestra objeto de estudio. Ya que entre estos aspectos se hace referencia a la vida laboral. Apoyo social, en esta dimensión se distingue entre sujetos que tienen pareja y sujetos que no tienen pareja. Y hace referencia a los tipos de relaciones establecidas con la familia y amigos como el sustento del apoyo social.
Para la evaluación de la Participación Social, se han utilizado: – Subescala “Ciudadanía y participación” de la Encuesta de Personas Mayores (IMSERSO, 2010) Y se pregunta sobre su pertenencia a asociaciones y el tipo de participación. Así como, si realiza algún tipo de voluntariado y en caso afirmativo, cuál. – Pregunta 14 de la Encuesta del CIS incluida en el Plan Estadístico Nacional 2013-2016 aprobado por el Real Decreto 1663/2008, de 17 de octubre sobre temas de interés general. Hace referencia a la motivación de las personas acerca de su participación. – Y en último lugar, una pregunta “ad hoc” sobre los grupos de edades con las que se relacionan las personas que participan en voluntariado. Sobre la base de las hipótesis planteadas se realizó un análisis descriptivo de las variables objeto de estudio y por otra parte se ha realizado un análisis de contraste de hipótesis y de diferencia de medias, para lo cual se comprobaron los supuestos de normalidad con la prueba de Kolmogorv-Smirnov, el supuesto de independencia con la prueba de Rachas y la homocedasticidad con la prueba de Levene, y se aplicaron distintas pruebas T para contrastar las hipótesis del estudio. Y para analizar la relación entre las variables cualitativas se utilizó la prueba Chi Cuadrado. el cuestionario de Calidad de Vida de vida de Ruiz y Baca, distingue entre sujetos con pareja y sujetos sin pareja en las puntuaciones totales obtenidas, ofreciendo así resultados diferentes para cada uno de estos colectivos. Así podemos observar en la diapositiva que para un N de 77 de sujetos con pareja han obtenido una puntuación de 132.22, siendo el máximo posible de 155 y el mínimo de 31. Es decir los estudiantes con pareja tienen buena calidad de vida percibida. Y para un N de 65 de sujeto sin pareja han obtenido una puntuación de 96.27, siendo el máximo posible de 151 y el mínimo de 27. Por tanto y a la vista de los resultados descriptivos, podemos afirmar que los estudiantes del programa AUNEX tienen una buena percepción de su calidad de vida. Y aunque no hay diferencias estadísticamente significativas, parece que las personas que tienen pareja tienen una percepción mejor de su calidad de vida. los resultados obtenidos En primer lugar, respecto a la dimensión de Bienestar físico/psíquico, la puntuación media obtenida ha sido de 22, donde la mínima puntuación posible era de 7 y la máxima de 35, por lo que los estudiantes de las AUNEX tienen una buena percepción de su bienestar físico /psíquico.
Atendiendo a las variables socio demográficas de género, edad y convivencia, podemos observar que no se aprecian diferencias estadísticamente significativas en ninguna de ellas, sin embargo, parece que las mujeres tienen una percepción de su bienestar físico / psíquico un poco mayor que los hombres. Si nos fijamos en la variable edad, observamos que los menores de 65 años tienen también una mejor percepción que los mayores de 65 en esta dimensión, pues sabemos que conforme avanza la edad se agudizan los problemas de salud. Y en cuanto a la variable convivencia las personas que viven solas denotan tener una percepción mayor que las que viven acompañadas. Por lo que respecta a la dimensión de Satisfacción general, la puntuación media obtenida ha sido de 35.15, siendo la puntuación mínima posible de10 y la máxima de 50. Los alumnos de las AUNEX han tienen una buena percepción de su satisfacción general. Atendiendo a las variables socio demográficas, no se aprecian diferencias estadísticamente significativas en ninguna de ellas, pero si podemos observar que los hombres tendrían un percepción un poco mayor que las mujeres en esta dimensión, y respecto a la edad, curiosamente los mayores de 65 años denotan tener una percepción mayor de su bienestar general, lo que iría en la línea de la teoría de la selectividad socioemocional de Carlstensen, la cual defiende la idea de que al envejecer se mejora la regulación de la experiencia emocional. En la dimensión de “Ausencia de sobrecarga laboral y tiempo libre”, la puntuación media obtenida ha sido de 8, siendo la puntuación mínima posible de 5 y la máxima de 10. A la vista de este resultado parece que los estudiantes de las AUNEX se sienten bastante liberados de cargas y tienen mucho tiempo libre. Y atendiendo a las variables sociodemográficas, los datos parecen apuntar a que los hombres tienen más tiempo libre y se sienten más liberado de obligaciones, sabemos que normalmente el mayor peso del cuidado familiar y del hogar recae en las mujeres. Y si observamos la variable edad, aquellas personas que tienen más de 65 años tendrían más tiempo libre, quizás porque muchas personas menores de 65 años todavía tengan obligaciones laborales. En la dimensión de Apoyo social, el cuestionario distingue entre sujetos que tienen pareja de aquellos que no la tienen. Los estudiantes de las AUNEX con pareja han obtenido una puntuación de 47.72 siendo la puntuación mínima posible de 13 y la máxima de 60. Los estudiantes de las AUNEX tienen una buen apoyo social percibido. Atendiendo a las variables sociodemográficas, hemos suprimido la variable convivencia porque entendemos que los sujetos con pareja viven acompañados. Respecto al género, parece que las mujeres tienen un apoyo social percibido mejor que los hombres, y respecto a la edad, parece que los menores de 65 años tienen un apoyo social percibido mejor que los mayores de 65 años.
Por lo que respecta a los estudiantes de las AUNEX que no tienen pareja, la puntuación media obtenida ha sido de 34.44, siendo la puntuación mínima posible de 8 y la máxima de 40, por lo que podemos observar que los estudiantes sin pareja tienen una puntuación algo mayor en esta dimensión que los que tienen pareja. Y si atendemos a las variables sociodemográficas, parece que las mujeres tienen un apoyo social percibido mayor que los hombres, respecto a la edad, parece que los mayores de 65 años tienen una percepción de su apoyo social mayor que los menores de 65. Y si observamos la variable convivencia, parece que las personas que viven acompañadas se sienten más apoyadas, lo que va en la línea del tema de la soledad como un componente negativo en la vejez. resultados obtenidos en la variable de Participación social, como podemos observar en gráfico de arriba, los estudiantes de las AUNEX son muy participativos ya que un 60% ha manifestado participar en alguna de las opciones ofrecidas. Y atendiendo a las variables socio demográficas, observamos que las mujeres son mucho más participativas que los hombres, y respecto a la edad curiosamente parece que los mayores de 65 años son más participativos que los menores, quizás por lo que hemos visto en la dimensión de ausencia de sobrecarga laboral y tiempo libre, que los mayores se sienten menos sobrecargados de obligaciones y por lo tanto podrán tener una participación mayor. Y por último respecto a la convivencia, observamos que las personas que viven acompañadas participan más que las que viven solas, quizás porque como estable Toumier, la soledad conduce al aislamiento social.
Respecto al tipo de participación social, cabe destacar que un 46% de los alumnos de las AUNEX ha manifestado participar en actividades de índole cultural, seguida de casi un 19% en actividades para mayores y casi un 17% en actividades deportivas. Y por lo que respecta a la motivación de la participación, un casi un 47% ha manifestado participar por ocupar su tiempo libre y un 42% para relacionarse con otras personas. Cabe señalar que estas dos motivaciones fueron entre otras las que sentaron las bases para la creación de los PUMs En cuanto al voluntariado, destaca la baja participación en actividades en este sentido por los alumnos del programa, ya que de 143 personas tan solo 18 han manifestado participar de las cuales 16 son mujeres. En el análisis de la relación entre Calidad de Vida y variables sociodemográficas hemos encontrado resultados estadísticamente significativos en la variable edad. Ya que aquellos estudiantes menores de 65 años y que no tienen pareja tienen una percepción mejor de su calidad de vida. Por lo que podemos afirmar que la edad es un factor muy importante a tener en cuenta a la hora de estudiar este colectivo, se trata de un grupo muy heterogéneo con características muy dispares según la edad y por tanto deberá ser estudiado atendiendo esta variable.
En el análisis de la relación entre Calidad de Vida y Participación Social hemos encontrado diferencias estadísticamente significativas en los estudiantes con pareja respecto de su apoyo social percibido, es decir, aquellos estudiantes que tienen pareja y que más participan socialmente, tienen una mejor percepción de su calidad de vida. A modo de resumen de los resultados obtenidos y atendiendo a los objetivos que nos plateamos podemos destacar en primer lugar y según el primer objetivo, que las puntuaciones totales obtenidas en Calidad de Vida, nos indican que los estudiantes de las AUNEX tienen una buena percepción de su calidad de vida. Según el segundo objetivo planteado, cabe destacar el alto porcentaje de participación de los estudiantes de las AUNEX donde la mayoría son mujeres. Y las motivaciones principales son por ocupar su tiempo libre y relacionarse, realizando mayoritariamente actividades culturales. Respecto al tercer objetivo, destaca la baja participación en actividades de voluntariado ya que de 143 personas sólo 18 han manifestado participar. Y por lo que respecta al último objetivo, cabe señalar que las personas que tienen pareja tienen una mayor percepción de su Calidad de Vida global. Pero que los sujetos menores de 65 años que no tienen pareja tienen una mejor percepción de su Calidad de Vida. Y por último que los sujetos que tienen pareja y que más participan socialmente tienen una percepción mejor de su apoyo social percibido. resultados obtenidos en la variable de Participación social, como podemos observar en gráfico de arriba, los estudiantes de las AUNEX son muy participativos ya que un 60% ha manifestado participar en alguna de las opciones ofrecidas. Y atendiendo a las variables socio demográficas, observamos que las mujeres son mucho más participativas que los hombres, y respecto a la edad curiosamente parece que los mayores de 65 años son más participativos que los menores, quizás por lo que hemos visto en la dimensión de ausencia de sobrecarga laboral y tiempo libre, que los mayores se sienten menos sobrecargados de obligaciones y por lo tanto podrán tener una participación mayor. Y por último respecto a la convivencia, observamos que las personas que viven acompañadas participan más que las que viven solas, quizás porque como estable Toumier, la soledad conduce al aislamiento social.
Respecto al tipo de participación social, cabe destacar que un 46% de los alumnos de las AUNEX ha manifestado participar en actividades de índole cultural, seguida de casi un 19% en actividades para mayores y casi un 17% en actividades deportivas. Y por lo que respecta a la motivación de la participación, un casi un 47% ha manifestado participar por ocupar su tiempo libre y un 42% para relacionarse con otras personas. Cabe señalar que estas dos motivaciones fueron entre otras las que sentaron las bases para la creación de los PUMs En cuanto al voluntariado, destaca la baja participación en actividades en este sentido por los alumnos del programa, ya que de 143 personas tan solo 18 han manifestado participar de las cuales 16 son mujeres. En el análisis de la relación entre Calidad de Vida y variables sociodemográficas hemos encontrado resultados estadísticamente significativos en la variable edad. Ya que aquellos estudiantes menores de 65 años y que no tienen pareja tienen una percepción mejor de su calidad de vida. Por lo que podemos afirmar que la edad es un factor muy importante a tener en cuenta a la hora de estudiar este colectivo, se trata de un grupo muy heterogéneo con características muy dispares según la edad y por tanto deberá ser estudiado atendiendo esta variable.
En el análisis de la relación entre Calidad de Vida y Participación Social hemos encontrado diferencias estadísticamente significativas en los estudiantes con pareja respecto de su apoyo social percibido, es decir, aquellos estudiantes que tienen pareja y que más participan socialmente, tienen una mejor percepción de su calidad de vida. A modo de resumen de los resultados obtenidos y atendiendo a los objetivos que nos plateamos podemos destacar en primer lugar y según el primer objetivo, que las puntuaciones totales obtenidas en Calidad de Vida, nos indican que los estudiantes de las AUNEX tienen una buena percepción de su calidad de vida. Según el segundo objetivo planteado, cabe destacar el alto porcentaje de participación de los estudiantes de las AUNEX donde la mayoría son mujeres. Y las motivaciones principales son por ocupar su tiempo libre y relacionarse, realizando mayoritariamente actividades culturales. Respecto al tercer objetivo, destaca la baja participación en actividades de voluntariado ya que de 143 personas sólo 18 han manifestado participar. Y por lo que respecta al último objetivo, cabe señalar que las personas que tienen pareja tienen una mayor percepción de su Calidad de Vida global. Pero que los sujetos menores de 65 años que no tienen pareja tienen una mejor percepción de su Calidad de Vida. Y por último que los sujetos que tienen pareja y que más participan socialmente tienen una percepción mejor de su apoyo social percibido.
A la vista de los resultados obtenidos, podemos confirmar que nos encontramos ante una muestra de personas que tienen un perfil similar al resto de personas mayores de 55 años que acuden a los PUMs en nuestro país. Y este sentido nos planteamos como línea futura de investigación, generalizar el estudio a la población que no acude a estos programas, puesto que nuestros datos no los podemos extrapolar al colectivo general de personas mayores. Pero también nos plateamos el diseño de un cuestionario adaptado a las características propias de nuestra muestra objeto de estudio, como por ejemplo sobre la dimensión de Calidad de Vida que hemos adaptado “Ausencia de sobrecarga laboral y tiempo libre” o distinguiendo por grupos de edades. Como hemos visto, los estudiantes de las AUNEX son muy participativos, pero somos conscientes de que las personas que participan en un PUM son de por sí personas conscientes de la necesidad de integración social. Por otra parte, las mujeres participan más socialmente que los hombres, y es que las mujeres lideran la participación en los PUMs. Y en este sentido se hace latente la necesidad de incentivar a los hombres a participar y por tanto nos planteamos como línea futura de investigación conocer las causas de su desmotivación.
Sabemos además que una de las motivaciones principales de participación de nuestros mayores es para relacionarse con otras personas, por lo que las políticas públicas tienen ante sí el reto de atender a esta demanda, teniendo en cuenta que se trata de un colectivo con los mismos derechos y deberes que el resto de la sociedad, y por tanto, ésta necesita de ellos para que el modelo social constituya el futuro de nuevas generaciones. Son muy pocas las personas que han manifestado realizar actividades de voluntariado, y por tanto nos planteamos continuar con esta línea de investigación para conocer sus causas y diseñar así un plan de actividades de voluntariado en la UMH. A la vista de los resultados obtenidos, somos conscientes de que aquellas personas que tienen pareja tienen una mejor percepción de su calidad de vida y participan más socialmente, además se sienten más apoyadas. por lo que nos planteamos como línea futura de investigación, estudiar la soledad de las personas mayores con el fin de diseñar un plan relacionado con el voluntariado para fomentar la participación de las personas que viven solas.
CONCLUSIONES PRINCIPALES:
- El nivel de actividad e implicación social, pueden dejar de lado los efectos negativos del envejecimiento, mejorando así su satisfacción vital.
- Mediante la participación social se evita el aislamiento en las personas mayores, favoreciendo de este modo la satisfacción subjetiva y su bienestar en general.
- La participación social debe entenderse, como un tipo de apoyo social que reporta beneficios al individuo.
- Los programas universitarios para mayores contribuyen a la mejora de su calidad de vida permitiéndoles su continuidad en la participación social y contribuyendo a la eliminación de estereotipos negativos asociados a la edad, por estar inmersos en un contexto intergeneracional.
- La participación social de las personas mayores ha de ser considerada como una necesidad vital, necesaria para su autorrealización que ha de ir acompañada de actividades con interacciones significativas permitiendo así el desarrollo de sus potencialidades y la mejora de su calidad de vida.
Enlaces relacionados
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